Cuando Ernesto Villegas, mi buen amigo periodista, hoy ministro, me pidió que fuera jefa de redacción de Cuatro F, me pareció un honor inesperado. Recordé el 23 de noviembre de 2014 cuando el presidente cumpleañero, Nicolás Maduro, en la modernísima imprenta Alfredo Maneiro, mostraba su primera edición. Rememoré el olor a tinta, papel, el olor a periódico fresco. Un aroma que alborota mi vocación de periodista.
Cuatro F fue un sueño del presidente Nicolás Maduro, que Villegas y Gustavo Villapol asumieron junto al equipo pionero conformado por Aaron Mundo, Dileni Jiménez, Francisco Contreras, Alejandra Reina. Yo me integré en la edición N.º 7 reseñando la alianza CELAC-China, porque era la época cuando latinoamérica se esforzaba por establecer alianzas globales que tejieran un mundo alterno, pluripolar y multicéntrico. Compartíamos oficina con el Diario Vea, en donde todavía estamos. Cada edición era un reto.
Ernesto Villegas pronto debió asumir nuevas responsabilidades y Victor Clark, hoy gobernador de Falcón, era designado Vicepresidente de Agitación, Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y le acompañaba Fernando Bastidas, hoy diputado, ambos prosiguieron y fortalecieron las bases echadas por Villegas.
Mi esposo y excelente periodista, Luis Manuel Dávila, también se integró al equipo y se volvió indespensable. A Cuatro F le tocó reseñar, analizar e interpretar el Decreto Obama, oficialmente conocido como la Orden Ejecutiva 13692, emitido el 8 de marzo de 2015, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, oficializó el sistema de sanciones contra Venezuela. Era nuestra edición N.º 17. Recuerdo que titulamos con la camapaña “#Obama Deroga el Decreto Ya”. En esa edición publiqué un artículo censurado en medios privados a los que se lo ofrecí y lo rechazaron quizás por temor a la ira de los anunciantes, titulado “¿Qué tiene Venezuela que tanto ambiciona el imperio?” Pregunta a la que respondí: Nada ocurre por casualidad en Venezuela. No fue por azar que el presidente Barack Obama dictó un decreto declarando a nuestro país una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los Estados Unidos. Igual que no fue por casualidad que cotizadas estrellas de Hollywood y el mundo de la música (Madonna, Marc Anthony, Rubén Blades, Steven Tyler, Ricky Martin, Jared Leto…) clamaran “ayuda” para un país cuyos problemas antes no les habían interesado. O las guarimbas de 2014. Tampoco ha sido casualidad la guerra económica. Menos aún, el llamado de líderes invocando una “intervención” en Venezuela, alegando una “crisis humanitaria”. Sería inocente pensar que se trata de casualidades que nada tienen que ver con las reservas más grandes de crudo del planeta que posee Venezuela, con 298.353 mil millones de barriles, de las cuales 259.460 mil millones se encuentran en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Rafael Chávez Frías, lo que equivale al 20% del total mundial. Sobre todo incomoda la política soberana de la Revolución bolivariana en materia petrolera.
Con ese artículo descubrí que Cuatro F no obedecía a los silencios, ni a los temas prohibidos en los medios corporativos, que hoy irónicamente sostienen que en Venezuela hay un gobierno dictatorial que no respeta los derechos humanos. Desde entonces comprendí el significado de ser la jefa de redacción del periódico del PSUV.
Los años siguientes, que ya suman 10, han sido y siguen siendo inmensamente turbulentos. Cuatro F es un reto personal que asumí, incluso con el alma rota, como cuando mi amado Luis Manuel falleció, y en la funeraria pedía fuerzas para seguir, y me tuve que secar las lágrimas para ir a la redacción y montar la edición siguiente. Para esos días Tania Díaz había asumido el cargo de Víctor Clark, y la jefa, hoy rectora de la Universidad Internacional de la Comunicación (Lauicom), fue a la funeraria y me acompañó en esas terribles horas. Disculpen que les relate este momento doloroso de mi vida, pero sería injusto no mencionar la solidaridad recibida por el equipo de Cuatro F.
Hoy Cuatro F cumple 10 años, y sigue en su esfuerzo por analizar con profundidad en tiempos en que la superficialidad de las redes trata de volvernos seres efímeros. No puedo terminar este breve editorial sin agredecer a quienes tercamente dedican tiempo importante de sus vidas para analizar y ayudarnos a comprender porqué Venezuela sigue siendo una amenza inusual e extraordinaria. Hoy nuestro equipo lo conforman Jair Pacheco, nuestro diseñador; Gherio y Edgar Guerrero nos ilustran, nos escriben Clodovaldo Hernández, Walter Ortiz, Federico Ruiz, Beatriz Rondón, Eduardo Cornejo, Alí Rojas Olaya, Geraldina Colotti, y mi persona; también Iván McGregor, José Salazar, Mariana Rodríguez, Anaís Churión, Judith Casianis, Marianny Pereira, Manuel Atencio, Tasio, Antonio Rodero; conforman el grupo de tercos que, dirigidos por Gustavo Villapol, no desisten en contribuir a semanalmente hacer realidad este sueño del presidente Maduro. Gracias por estar con nosotros en un nuevo aniversario.