Por Pedro Gerardo Nieves
Desde hace poco más de 4 meses, la apurada vida de Argenis Chávez entró, definitoriamente, en un vertiginoso tobogán: fue designado gobernador de su natal estado Barinas en medio de muchos avatares y sobresaltos. Pero según el análisis de iluminados, doctores, encuestólogos, chamanes, habladores de paja, analistas de cafetín, tomadores de miche en licorerías y demás machetólogos, no la tenía fácil. Nada fácil.
Tomó juramento Argenis una calurosa tarde (decir “calurosa tarde” en Barinas es casi una redundancia) en medio de un mar de pueblo que estaba preso de las más disímímiles emociones. En los sudorosos rostros de viejos, adultos y jóvenes, en su frenética participación, había el dolor de haber visto a Barinas saqueada y en llamas; la indignación de quienes han sido vapuleados por las acciones inmorales del fascismo; la alegría de ver a un chamo querido montándose en el coroto y, en todos, la esforzada esperanza de que Argenis, como buen llanero que es, fuera y se creciera con su pueblo para levantar a la adolorida Barinas.
Y no era para menos. En un episodio de las guarimbas felizmente superadas en Venezuela, pero que amenazan aún potenciadas por el patrocinio y complicidad de potencias imperiales, Barinas fue lacerada por una sucesión de eventos que la conmocionaron y la llenaron de dolor. Incendios, saqueos, persecuciones, lesiones y asesinatos enmudecieron a sus principales ciudades bajo el espurio comando de los jefes del fascismo local.
Así, paramilitares, delincuentes y aventureros tarifados de la peor calaña pretendieron profanar el sagrado suelo de la Barinas siempre bella y, aunque fueron repelidos y neutralizados por la unidad cívico militar, su balance fue innegablemente negativo. Víctimas fatales, heridos y cientos de millones en pérdidas materiales atestiguaron el zarpazo de las fuerzas criminales que no le perdonan a una Patria querer ser soberana, libre e independiente.
Por eso Argenis al concluir la juramentación no fue al descanso ni al esparcimiento familiar. Salió presuroso, apurado, frenético, a echarle un camión de bolas para devolverle a su estado natal, la misma de su hermano Hugo Chávez, el esplendor, la paz, el bienestar y la prosperidad.
Su mismo discurso de juramentación fue apurado, pero preciso. Convocó a todas las fuerzas morales, políticas e intelectuales para entromparle con apuro a la tarea de construir la Barinas Potencia, sueño preconizado por el Comandante Supremo. Y como buen coplero que es, reconocido por los vates del llano, hizo nuestra la canción del poeta Eladio Tarife y llamó al plan vertiginoso “Mi Linda Barinas”.
Podemos afirmar “por Dios santico”, que no quedó ningún lugar en todo el estado Barinas que no fuera tocado por la acción bienhechora del plan “Mi Linda Barinas”.
No solo se logró la potenciación de la acción gubernamental en el desempeño del aparato público. También se expandieron las Grandes Misiones y Misiones; se incrementó la cobertura arreglando y dotando centros de salud mientras se operaba día y noche a barineses necesitados de intervenciones quirúrgicas; se afrontaba el problema del agua y la electricidad resolviendo hora tras hora urgentes carencias; se pavimentaban calles y avenidas y se tapaban huecos, muchos huecos; la comida llegaba a la familia barinesa mediante los Claps, operativos especiales y mercados a cielo abierto a precios solidarios; se dotaban y se inauguraban escuelas y liceos; se construían y entregaban relucientes viviendas al pueblo necesitado; brilló la cultura, sobre todo la llanera, en sus múltiples expresiones; el turismo receptivo se incrementó local, nacional e internacionalmente; se financiaron cientos, quizás miles, de proyectos agropecuarios productivos; salieron atletas a ganar competencias por Barinas, y a llenarla de orgullo; se persiguió y neutralizó al morbo de la violencia guarimbera y sus siniestros hermanos: el bachaquerismo y la especulación usurera; volvió la belleza y el ornato a las ciudades y un despliegue de seguridad la incrementó en un 50%; y todo, todo, mientras siempre había tiempo para abrazar al carajito sudao del pueblo; a la mamaguela llanera; a la madre barinesa; darle la mano al campesino y escuchar sus críticas, arrecheras y esperanzas. Para gobernar obedeciendo al Poder Popular, como lo manda Chávez.
Pero hete aquí que, cuando todo parecía encarrilado, su majestad la dialéctica política lo pone ante el escenario electoral, en un abrir y cerrar de ojos. A la vuelta de la esquina a Argenis lo esperaba una elección contra un candidato fascista crecido por los laboratorios mediáticos y el grosero billete manchado de sangre. Había que jugarse a Rosalinda.
Esta vez los machetólogos matizaron: el tipo le está echando bola, pero no tiene tiempo de remontar.
¿Qué creen que hizo Argenis? ¿Abandonar la gestión de gobierno para ir a campaña? ¡Qué va gallo! Con su energía de indio llanero Argenis le entrompó en burro, a caballo, en bicicleta, en canoa o lancha y se fue con su mensaje y su acción de gobierno hasta el último confín de Barinas. Ya cada pueblo lo esperaba con alegría. Ya gobernaba Argenis en los corazones de la gente.
Y la lluvia, que a tanto sifrino molesta, se fue haciendo una compañera de los periplos de campaña por toda Barinas. Argenis al sentir el agua, miraba hacia arriba y abría los brazos como aspas: sabía que era la bendición de su hermano Hugo, el gigante que desde el cielo lo miraba cumpliendo su legado de amor al pueblo.
Y así, cantando coplas, como todo llanero cuando trabaja duro, llegó Argenis a la gobernación de Barinas, todavía apurado para construir la Barinas Potencia, la Barinas de Chávez. Y lo cumplirá.
Copla
Me la paso trabajando,
de El Cantón a Guadarrama
Ya se mira mi gestión
en toda esta tierra plana
¡para lograr la Barinas
que Hugo Chávez soñaba!
Argenis Chávez
El político-gerente
Argenis de Jesús Chávez Frías nació en Sabaneta, Estado Barinas, el 3 de julio de 1958. Es ingeniero eléctrico egresado de la Universidad de Los Andes. Es fundador del MVR y del PSUV donde ha ejercido altas responsabilidades de dirección política. Se ha desempeñado como viceministro de Desarrollo Energético, Ministro de Energía Eléctrica, Presidente de Corpoelec y Director Ejecutivo de la Magistratura, entre otros cargos.
Como Gobernador del Estado Barinas, ha desarrollado el plan “Mi Linda Barinas” que en tiempo récord ha generado unos resultados sorprendentes por su gestión revolucionaria y eficacia gubernamental.
Se escucha decir que Argenis no promete construir una Barinas Potencia: desde antes de ser electo, ya empezó a construirla con su pueblo.