Pasqualina Curcio/
@Pasquicurcio
El jefe de la CIA, Mike Pompeo, confesó que las sanciones que Donald Trump impuso al pueblo venezolano obedecieron a sus recomendaciones. La orden ejecutiva mediante la cual el Gobierno de EE.UU bloqueó las transacciones financieras de Pdvsa, es una de ellas.
Dependiendo del momento político, de las condiciones económicas y de las respuestas por parte del Gobierno venezolano, los asesores de la Casa Blanca le han recomendado utilizar, con mayor o menor intensidad, las distintas armas de que disponen en su arsenal.
Es así como, desde el 2013 hasta el 2016, la guerra económica se centró en la escasez programada y selectiva de bienes esenciales. Alteraron los canales de distribución y el Gobierno respondió con la creación de los comités locales de abastecimiento y producción.
La reacción del enemigo fue intensificar el uso de su arma más poderosa, la manipulación del tipo de cambio ilegal para inducir la inflación y deteriorar el poder adquisitivo del venezolano. El valor del bolívar ha sido manipulado 2.931.044%, pasó de 9,4 en 2012 a 263.803 Bs/US$ hoy.
Mientras tanto, estaban trabajando en descalabrar los ingresos por exportaciones de petróleo: 1) el precio cayó 66% (de US$ 103,46 el barril en 2012 bajó a US$ 35,15 en 2016) y 2) un paro “silencioso” dentro de la industria petrolera implicó la caída de 22% de la producción (el año 2012 se produjeron 2,804 millones de barriles diarios y en 2017, en promedio, 2,072).
A inicios de 2017 comenzaron a recuperarse los precios del petróleo, llegaron a US$60,00. Simultáneamente, el Gobierno descubrió y contuvo el plan “silencioso” de disminución de la producción en Pdvsa.
Ante el riesgo que representa para el Gobierno de EE.UU que Venezuela recupere el nivel de ingresos en divisas, no solo arremetió con otro dispositivo de guerra, el bloqueo financiero internacional, sino que además lo formalizó con una orden ejecutiva, y la CIA se atribuyó los créditos.
Se hace cada vez más urgente vender el petróleo en monedas distintas al dólar y al euro. De lo contrario, los recursos quedarán represados en las alcabalas de los sistemas financieros internacionales.
De esta guerra, estamos avisados…
Datos finales. En 2018 deberían ingresar alrededor de US$ 40.000 millones por exportación de petróleo (suponemos un precio de US$50,00 el barril y una producción de 2,5 millones de barriles diarios). Los compromisos de deuda externa para este año no superan los US$ 8.000 millones.
Con US$ 15.000 millones (a precios de referencia internacional y sin sobrefacturación por parte de las empresas) se cubrirían todas las importaciones del año. Algo debiera quedar en las reservas internacionales.