Por Eduardo Piñate
El pasado 20 de mayo ganó el pueblo venezolano al reelegir al compañero Nicolás Maduro a la Presidencia de la República. Ganamos heroica y contundentemente, es tal la magnitud de esa victoria -cualitativa y cuantitativamente-, desde el punto de vista de su impacto en las fuerzas populares nacionales y en la conciencia antiimperialista, antineoliberal y anticapitalista de los trabajadores y los pueblos del mundo, que no ha podido ser desdibujada por los argumentos de los enemigos de la Revolución Bolivariana, amplificados por la canalla mediática dentro y fuera del país.
Derrotamos al imperialismo, sus aliados en el mundo y sus agentes en Venezuela, que durante los 19 años de la Revolución Bolivariana en el Poder, han tratado de destruirla para retomar el Poder y recolonizar a Venezuela y a toda Nuestra América. Nuestro pueblo heroico, armado de la conciencia patriótica, antiimperialista y socialista que sembró el Comandante Hugo Chávez, resistió y derrotó en esta instancia, con Nicolás Maduro al frente, a la guerra total que lanzó la contrarrevolución en los últimos cinco años.
Estamos entrando en una nueva fase del proceso de edificación de nuestro socialismo, que se va a desarrollar en conflicto con el imperialismo y la burguesía, que anunció nuevas sanciones contra Venezuela al día siguiente de las elecciones. No tenemos ninguna duda que con la unidad, conciencia y organización de nuestro pueblo vamos a vencer. El camarada Nicolás Maduro nos convocó a renovar la revolución en todas sus dimensiones para profundizar la construcción del socialismo y nos trazó seis líneas de acción para avanzar en este periodo. Seguimos venciendo.