- Hemos leído con asombro en escritos recientes que la tasa de explotación capitalista ha aumentado escandalosamente bajo el gobierno bolivariano y que para el año 2017 alcanzó 268% (!!!).
- De acuerdo a esta afirmación, tenemos un gobierno que ampara a la burguesía, lo cual encaja perfectamente en otras invenciones de la misma autoría, según los cuales: “los trabajadores son los que pagan IVA”, “el gobierno transfiere los recursos fiscales principalmente a los empresarios”, “no hay aumento salarial por parte del gobierno a pesar de existir recursos suficientes, pero mal distribuidos”, etc.
- Ya esto último lo hemos refutado en otros escritos, ahora nos ocuparemos del supuesto aumento de la tasa de explotación capitalista en el país.
- Como sabemos, Marx definió la explotación capitalista como el proceso, en el cual los burgueses se apropian de la riqueza que producen los trabajadores más allá de la remuneración salarial. En términos cuantitativos, la tasa de explotación se refleja en esta sencilla fórmula: plusvalía salario.
- En general, el capitalista busca incrementar al máximo la plusvalía (la llamaremos ganancia), lo cual constituye el motor fundamental del capitalismo. El capitalista estaría en capacidad de cometer incluso el peor de los crímenes en el afán de maximizar la ganancia. Esto lo hace a costa del salario. Por su parte, los trabajadores luchan por aumentos salariales, lo que va en detrimento de las ganancias. Esta es una expresión esencial de la lucha de clases.
- El Estado interviene en esta distribución del ingreso a favor o en contra de los trabajadores, de acuerdo al signo político del gobierno de turno, a través de políticas tributarias, de la inversión social y el gasto público en general.
- En la publicación a la que nos referimos, para medir la explotación capitalista del trabajador en el país se ha tomado de las estadísticas del BCV, primeramente, el “Excedente de Explotación Neta” en función de contabilizar el ingreso del capital.
- Acá viene la primera falsificación. Los que dicen que la explotación se ha disparado, contabilizan olímpicamente como ganancia capitalista los excedentes de empresas estatales: PDVSA, Cantv, Banco de Venezuela, Pequiven, etc. De acuerdo a esto, las empresas públicas contribuyen a la explotación capitalista de los trabajadores; no emplean sus excedentes con criterio de justicia social…
- Es decir, se inflan deliberadamente las ganancias del capitalista con recursos que no son de su propiedad, negando, a su vez, que los ingresos de las empresas estatales se emplean para los esfuerzos del desarrollo integral de la nación.
- Por otra parte, para medir los ingresos de los trabajadores se emplea el indicador “Remuneración de los Asalariados”, calculado igualmente por el BCV.
- Acá vienen otros contrabandos. En primer lugar, se incluyen a los trabajadores del sector público dentro de la masa de trabajadores explotados por un patrono capitalista.
- A nuestro juicio, definir al Estado venezolano como un patrono capitalista escapa de la racionalidad, pero acá se hace sin ninguna consideración..
- Pero la mayor adulteración en este punto radica en la omisión de las contribuciones del Estado a través de las diversas políticas públicas (bonos de Carnet de la Patria, subsidios en tarifas de servicios, CLAP…) para defender el ingreso de los trabajadores (públicos y privados). Las transferencias que reciben los trabajadores de parte del Estado de manera directa o indirecta no son tomadas en cuenta en el cálculo de los ingresos de los trabajadores.
- Por cierto, los recursos para las políticas sociales se financian con los ingresos tributarios. Entre estos se incluyen los que pagan los empresarios, que aún no llegan a los niveles que históricamente ha planteado el programa del gobierno bolivariano, pero tampoco es un monto insignificante, como algunos pretenden. Eso lo abordaremos en otra ocasión.
- En todo caso, esta política de inversión social es el resultado de una enorme redistribución del ingreso del país a favor del pueblo, sin la cual se hubiese producido una implosión social como consecuencia de los terribles efectos del bloqueo económico. Es precisamente esta política social la que subestiman de manera reiterada y sin sustento los enemigos y críticos del gobierno.
- En resumen, en ese ejercicio de medición de la explotación capitalista en el país se abultan los ingresos del capital, en tanto que, se subestiman los ingresos y aportes que reciben los trabajadores. El resultado es una tasa de explotación capitalista inflada por trampas “metodológicas”.
- Estamos aún en una sociedad capitalista y, por definición, existe la explotación capitalista. El cálculo de esta variable es una herramienta de importancia para evaluar las políticas de la revolución y los efectos sociales de la crisis que vivimos ocasionada por el bloqueo.
- Sin embargo, no entendemos cuál es el propósito de manipular las variables para cocinar la rimbombante conclusión de que la explotación capitalista ha llegado a niveles siderales.
- Algunos lo podrían interpretar como un intento de poner en tela de juicio el contenido revolucionario del gobierno bolivariano en medio de gigantescas dificultades.
- En la misma línea se inscribe la acusación de que le gobierno se niega a aprobar notables y muy justos aumentos de salarios que, no obstante, sin embargo, son imposibles de concretar a la luz del desplome del ingreso nacional como consecuencia de la criminal agresión de los EEUU.
- La conclusión lógica de un razonamiento según el cual la tasa de explotación capitalista aumenta exponencialmente y, además, el gobierno se niega al aumento salarial por no tocar los ingresos de los empresarios, es que tenemos un gobierno patronal. Toda una patraña tomando en consideración las mentiras que soportan estas afirmaciones y la durísima lucha que ha dado el gobierno revolucionario por los intereses de los trabajadores.
- Reiteramos, es imprescindible debatir y criticar en el campo de la revolución, pero esto tiene que ser un ejercicio responsable. Cuando se apela a la mentira para atacar abierta o encubiertamente a la revolución bolivariana, siempre vamos a responder. No ocultaremos las enormes dificultades e, incluso, errores cometidos, pero con la verdad vamos a defender a la revolución bolivariana.