Por Franco Vielma
Al dólar paralelo lo pasaron de 9 mil a 40 mil bolos desde días antes de la Constituyente hasta hoy, como castigando y extorsionando a la gente por vía económica. Esto generó una nueva y absurda superescalada de precios para generar un impacto electoral. Pero la gente chavista no se dejó doblegar. Vieron a los especuladores como los adversarios y los castigamos con votos. Los seguidores de la MUD, quienes tienen miopía política y no ven estos actos de extorsión económica, aún así, con el gran descontento económico a cuestas, se sienten tan asqueados de sus dirigentes que no los apoyaron como estos esperaban.
¿A cuanto irán a poner el Dólar paralelo los hijos de puta? ¿Continuarán asfixiando a la gente (incluyendo a los seguidores de la MUD) como medida de castigo político y presión para desestabilizar? Esperemos que sí. Eso solo deja en el aire tres afirmaciones:
1.- El Ejecutivo tiene total luz verde para actuar con gran contundencia, atrevimiento y creatividad, para proteger más a la población de los desmanes económicos. Debe asumir hacer lo que sea y como sea, debe hacer lo que no se ha hecho. El chavismo apoyó, y hay que corresponderle. El país todo lo demanda.
2.- Un Gobierno económico en la coyuntura económica, debe estar a tono con esta situación de guerra. Hay que proteger nuestro frente interno, repleto de chavistas y opositores inconformes. No ceder más espacio a los adversarios. No desperdiciar la victoria electoral dilatandola en la parálisis. Entender la cinética política y tomar este impulso como una oportunidad para ganar terreno en lugar de solo preservar los espacios ganados.
3.- Nos corresponde superar la cultura del país que espera las soluciones mágicas. El chavismo debe distanciarse de los seguidores de la MUD en ese sentido, pues ellos esperan soluciones mesiánicas e instantáneas y por eso se anotan en agendas suicidas de violencia y caos. Si hemos tenido paciencia, mantengámosla, exigiendo y en proactividad. Con más conciencia, inteligencia y trabajo. Esta lucha es de largo aliento. Recordemos que la guerra económica es ahora dirigida frontalmente desde la Casa Blanca y las denominan «sanciones».
Auguro difíciles pero mejores y optimistas nuevos tiempos económicos y políticos. Que el buen ánimo electoral nos siga alentando a seguir adelante.