El 8 de diciembre de 1780 nació en Santa Lucía, país del Alba, el marino Jean Baptiste Bideau, uno de los libertadores de América más emblemáticos del Caribe. Lo poco que se sabe de él se le debe al historiador venezolano Caracciolo Parra-Pérez. En Trinidad tenía un taller donde enseñaba a fabricar peñeros. Enseñar a fabricarlos a finales del siglo XVIII en el Caribe era la praxis de la pedagogía para la liberación.
Julián Rivas, uno de los más fervientes bideauistas, afirma que «el planteamiento de que los pueblos del Caribe deben integrarse en una nación es de Bideau; fue un visionario del Caribe, de lo que es el ALBA, de que había que construir una República del Caribe, con asiento en lo que hoy es Venezuela”. ¿Por qué? Porque Bideau tuvo un ejército caribeño de negros con el que desató una guerra social al estilo haitiano. Veamos: Bideau luchó contra las tropas ultramarinas francesas en Guadalupe y Martinica entre 1793 y 1794 bajo las órdenes de Victor Hugues, uno de los protagonistas de la novela El siglo de las luces (1962) de Alejo Carpentier. Dejó su impronta libertaria en Antigua y Barbados. En 1798 luchó en Trinidad contra el colonialismo británico. Conoció a Miranda en Trinidad en 1806 y luchó contra los españoles bajo las órdenes del Generalísimo entre 1811 y 1812. Su amistad con Mariño hacía temblar al opresor. Fue el Libertador de Güiria, allí fue el primero en decretar la libertad de los esclavos en Venezuela. Fue la máxima autoridad en el país a finales de 1814. Fue compañero de viaje del Libertador en sus viajes por Haití y Jamaica y le salvó la vida en Ocumare de la Costa en 1816.
Corría el año 1816. La Segunda República se había perdido dos años antes. En marzo salió de Juangriego una expedición formada por negros caribeños. Cumplían con el Acta de Guerra de Chacachacare del 11 de enero de 1813: “Violada por Domingo Monteverde la capitulación que celebró con el ilustre general Miranda, el 25 de julio de 1812; y considerando que las garantías que se ofrecen en aquel solemne tratado se han convertido en cadalsos, cárceles, persecuciones y secuestros que el mismo general Miranda ha sido víctima de la perfidia de su adversario; y, en fin, que la sociedad se halla herida de muerte, 45 emigrados nos hemos reunido” y “congregados en consejo de familia, impulsados por un sentimiento de profundo patriotismo, resolvemos expedicionar sobre Venezuela, con el objeto de salvar la Patria”. Entre estos 45 se encuentra un héroe de Santa Lucía, país del Alba: Jean Baptiste Bideau (1780-1817), quien luchó contra la tiranía francesa, inglesa y española en el Caribe.
Una vez en Ocumare de la Costa, Bolívar envía a Soublette, Anzoátegui y Mac Gregor a enfrentarse a los realistas en los valles de Aragua mientras él se ocupaba de desembarcar las armas obtenidas en Haití y de allí avanzar hasta Caracas. La acción, explica Paul Verna, es caótica: Soublette es derrotado en Los Aguacates. Las armas y la imprenta son abandonadas. “De repente el Libertador se encuentra solo, rodeado de enemigos”. Fue en aquel momento trágico cuando Bideau, quien había luchado bajo las órdenes de Miranda entre 1811 y 1812, sale en un bote “del Indio Libre que ha levantado sus anclas, rema hasta la orilla” y salva al Libertador. Bolívar escribe el 6 de mayo de 1830 a Fernández Madrid: “iba a darme un pistoletazo cuando uno de ellos, Bideau, volvió del mar en un bote y me tomó para salvarme” aquel 14 de julio de 1816.
Este libertador afrodescendiente, fornido, de muy alta estatura y la cara marcada de viruela que puso su bergantín Botón de Rosa al servicio de la revolución, héroe de Chacachacare y de las expediciones de los Cayos y de Jacmel, murió el 17 de abril de 1817 defendiendo la tercera república en la Casa Fuerte de Barcelona.
El 14 de julio de 1816 no solo pasa a la historia porque Bideau salva a Bolívar, sino porque se mismo día muere en Cádiz Francisco de Miranda. ¡Abramos la historia!