Patrice Lumumba es uno de los iconos revolucionarios más importantes del sur del mundo. Lumumba, panafricanista y fundador del partido Movimiento Nacional Congoleño, es el Libertador del Congo del imperio belga. Fue el primer líder democráticamente electo del país. Nació en el territorio de Katako-Kombe en el Sankuru, en el Congo Belga. Su política es pedagogía viva de lucha contra el colonialismo, la explotación y la injusticia: “La luz salvaje del sol resplandecerá de nuevo sobre nosotros, enjugará las lágrimas y nuestras hechicerías. Cuando rompamos estos grilletes, estas pesadas corrientes, se dispersará para siempre el tiempo de la crueldad, de la maldad. Orgulloso, el libre Congo se levantará de la tierra negra”.
Entre la década de 1880 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal, Bélgica y España se repartieron África como una torta. La Conferencia de Berlín (1884 – 1885) fue la instancia para tal festín. Los desacuerdos entre cada una de las potencias involucradas estuvieron entre los principales factores que originaron la Primera Guerra Europea. Sobre «Estas divisiones”, dice Lumumba en el discurso de la Independencia Nacional en marzo de 1959, han sido trazadas “para dominarnos”, ellas “han jugado un papel importante y todavía están jugando un papel importante en el suicidio de África». En la Conferencia Panafricana en Leopoldville el 25 de agosto de 1960 explica que: «a los colonialistas no les importa para nada África, solo su propio bien. Se sienten atraídos por las riquezas de África y sus acciones están guiadas por el deseo de preservar sus intereses en África contra la voluntad del pueblo africano. Para los colonialistas todos los medios son buenos si les ayudan a poseer esas riquezas. Sabemos que África no es ni francesa, ni inglesa, ni estadounidense, ni italiana, ni alemana, ni portuguesa, ni belga, África es africana. Sabemos cuáles son los objetivos de Occidente. Ayer nos dividieron en tribus, clanes y aldeas” porque “quieren crear bloques antagónicos, satélites”. Pero lo que es innegable es que “la unión africana y la solidaridad ya no son sueños”. En ese mismo discurso expone que: «la independencia política no tiene sentido si no va acompañada de un rápido desarrollo económico y social».
La CIA mediante «Acción Ejecutiva» ordena su captura y asesinato a través del espía Frank Carlucci para favorecer los intereses de las transnacionales estadounidenses. Lumumba es arrestado mientras pasaba el río Sankuru en Mweka y enviado al campamento militar de Thysville por orden de Mobutu. En la cárcel le escribe a su esposa: «Lo único que queríamos para nuestro país es el derecho a una vida digna, a la dignidad sin pretensiones, a la independencia sin restricciones. Esto no fue nunca el deseo de los colonialistas belgas y sus aliados occidentales”. Pero “llegará el día en que la historia hablará. Pero no será la historia que se enseña en Bruselas, París, Washington o las Naciones Unidas… África escribirá su propia historia, en el norte y el sur, y será una historia de gloria y dignidad».