Roberto Malaver
En pleno conteo de los votos en las primarias de la MUD, en Aragua, Zulia, Yaracuy y Amazonas, los votos se contaron a golpe y porrazo. Y a Ismael García, Primero Justicia lo llama El pran de Aragua.
Solo, al frente de la mesa de la unidad que tienen reservada en la Tasca Puerto de Palos, donde siempre hay un Colón, Henry Ramos Allup disfruta del score de las elecciones primarias de la MUD: 12 a 5. Tiene su laptop abierta en la página de AD, y está leyendo algunos de los mensajes que llegaron por el 71 aniversario del partido el 13 de septiembre: “71 años viviendo del pueblo cumplen ya, desgraciados”. “El partido más ladrón del país cumple un nuevo aniversario robando”. “Robando aunque sea fallo, esa es la consigna de ustedes” Termina de leer esos mensajes y piensa: “Cómo nos conoce la gente”.
El ambiente en la tasca es de fiesta. Las mesas están llenas con gente que comparte la alegría del sábado septembrino. Ramos Allup cierra su laptop y escucha que alguien al lado dice: “Llegó el pran de Aragua. El ladrón de votos. La talanquera humana. El traidor de todos los partidos”. Sonríe cuando escucha esos comentarios y piensa: “Yo soy uno niño de pecho insultando al lado de ese hombre”.
Ramos Allup vuelve la mirada hacia la puerta de la tasca, y ve que es su compañero Ismael García el que está haciendo su entrada. Romualdo Salazar, el jefe de los mesoneros, también ve a García, pero prefiere hacerse el loco para no acompañarlo a la mesa de la unidad donde está Ramos Allup. Y piensa. “Qué raro, que este loco viene solo. Lo abandonaron hasta sus aliados”.
Cuando Ismael García llega a la mesa de la unidad, Ramos Allup se pone de pie y le da un abrazo. “Bienvenido, compañero candidato y futuro gobernador”. Algunos en la tasca escuchan lo que le dice Ramos Allup, y el mismo tipo que había comentado la llegada de García dice: “Ay, papaíto, se fundieron esos motores”.
García toma asiento y dice: “Esta pelea fue dura. Pero ganamos. Lo que me duele es que un carajo de Primero Justicia me llamó el Pran de Aragua, dijo que yo me puse de acuerdo con la banda esa que se llama el Tren de Aragua, para evitar que ellos votaran, y un montón de vainas más, hasta que me le acerqué y le dije: “No me piques con cuchillo, pícame con tenedor” Y se calmó por un ratico, porque así, con argumentos y talento, es que uno convence a la gente para que se quede tranquila”. Ramos Allup sonríe y le dice: “No hables mucho que te vas a agotar. Mira que lo que viene es discurso y más discurso para ver si ganamos esa gobernación”.
En ese momento se acercó Romualdo Salazar con la botella de Buchanan 18, y dijo: “Y por lo visto hoy no hay quorum, porque sus otros amigos los abandonaron. Hasta el perro se les fue a ustedes”. Y comenzó a servir los tragos, mientras Ismael García lo veía como si estuviera viendo a Julio Borges: “Trátame bien, que le estás sirviendo al futuro gobernador de Aragua”– le dijo García a Romualdo. Y Romualdo se detuvo, y dijo: “Este país como que no va a aprender nunca a elegir a los mejores hombres”. García se hizo el loco, y le comentó a Ramos Allup: “A Borges y a Guevara les fue del carajo en su gira por Europa. Mira cómo sacaron candidatos a gobernadores”.
Y Ramos Allup y García se reían.