Por José Gómez Biamón
En pasado 03 de octubre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, visitó personalmente la Isla de Puerto Rico; e igualmente, se reunión con líderes de las Islas Vírgenes, desde el mar, sin pisar tierra. Las susodichas islas son territorios no-incorporados de los Estados Unidos, que se rigen por un antiguo sistema legal, más antiguo que la Constitución de ese país y donde se gobierna con colonialismo y con la mano dura de una dictadura. En estos territorios, los representes en el gobierno de los Estados Unidos, no tiene voto alguno, e igualmente la población no puede votar por senadores o por el presidente.
En la desesperación luego de los huracanes, se ven las verdaderas caras de las personas en el poder, algo que se le hace difícil de esconder. Así fue con el gobierno local de Puerto Rico, velando sus interés capitalistas de cuidar billones de dólares en una deuda, incalculable por intereses capitalistas en los Estados Unidos. Asunto que recordó y trajo a la mesa el presidente Donald Trump, en su reunión con líderes de agencias Federales y Fuerzas armadas, incluyendo dos generales, de 3 y 4 estrellas, que estuvo abierta a la prensa internacional, y que muchos han criticado.
La población de Puerto Rico y de las Islas Vírgenes (USVI) se encuentran inmersos en una crisis humanitaria, que necesita la ayuda y divulgación en todo el mundo. Millones de ciudadanos, en este caso de los Estados Unidos, están sin comida, agua potable, medicinas y servicios médicos indispensables. El dominador común en esta crisis es la ausencia de ayuda por parte del gobierno, en los campos y en las áreas más pobres de la ciudad. Donde las personas de estas comunidades han tenido que organizarse de una forma colectiva, autónoma e independiente para poder sobrevivir.
En ese sentido, habiendo una ausencia de ayudas necesaria por parte del gobierno en las zonas con mayor población, que en su mayoría son pobres, la autogestión política ha nacido. Igualmente, se la añade un profundo descontento por la economía. En la isla de Puerto Rico, los salarios son más bajos que en cualquier lugar dentro de los Estados Unidos, e igualmente todos los productos de consumo y los servicios cuestan mucho más.
Ante esta situación, donde un fenómeno atmosférico ha creado una crisis humanitaria, unido a una profunda crisis económica y en dónde la mayoría de la población está sufriendo discriminaciones de todo tipo por parte del gobierno de los Estados Unido. La independencia política y económica es la vía más sensata y favorable para el pueblo puertorriqueño.
Un reto difícil, en un mundo donde el tema de la autodeterminación e independencia toma un rol no importante, como hemos podido ver en el referéndum del pasado 1 de octubre en Cataluña, y la consecuente represión de parte del gobierno de España. Unido a el ignoro de los países europeos y sus respectivos partidos políticos, incluyendo los más liberales.
En tiempo la he llegado a Puerto Rico de seguir el paso de todas la naciones del mundo, y declarar su independencia. Directamente en conflicto con los Estados Unidos, y con todo lo que eso representa, la independencia de esta Isla del Caribe será un camino que inspirará a los pueblos del mundo que desean la libertad.