Por Jonny Hidalgo
Las “Siete Hermanas” fue un cartel de empresas que dominó la actividad petrolera del mundo desde 1928 hasta 1973. Durante la hegemonía de ese cartel, el mercado petrolero era cerrado y de baja concurrencia; los hidrocarburos se comercializaban mediante contratos a largo plazo y a precios fijos, que fluctuaban alrededor de los 2 dólares por barril.
La dinámica de la geopolítica mundial forzó cambios en el mercado petrolero y la aparición de nuevos actores. Los países productores de petróleo que desearon minimizar la influencia de las “Siete Hermanas” y salvaguardar sus intereses, decidieron crear, en 1960, a la OPEP. El poder que podría desarrollar esta nueva organización se manifestó en 1973, cuando los países árabes ejecutaron el embargo petrolero contra EEUU y Países Bajos, por haber colaborado con Israel en la Guerra del Yon Kippur.
Los conflictos que se daban entre países productores y consumidores o en espacios que obstaculizaban el transporte de hidrocarburos, como fue el caso del Canal de Suez o el oleoducto Eliat-Ascalón, así como el bloqueo financiero a países como Cuba o Irán, propiciaron condiciones para la aparición de comercializadores (traders) que, como intermediarios, hacían posible la conexión entre las partes en conflicto. El caso más importante lo encarnó el empresario Marc Rich, a quien se le adjudica la creación del mercado de ocasión o mercado spot de hidrocarburos, donde se comenzó a manejar el petróleo como una mercancía fuera del control de las “Siete Hermanas”. Él es fundador de la empresa que hoy es conocida como Glencore, de la cual derivó más tarde Trafigura Group, ambas reconocidas como “expertas” en transacciones de alto riesgo y que se han visto involucradas en escándalos internacionales. Los traders se han posicionado, en varios mercados, por su habilidad de negociación y han acumulado un poder importante como intermediarios comerciales.
La Revolución Bolivariana apuntó en su política petrolera la eliminación de intermediarios. Así, se dejó de vender crudo a empresas que no poseen refinerías; se propició la integración energética de la región, con convenios entre Estados que contribuyen a la seguridad nacional, cuidando las relaciones con países vecinos que en otrora adquirían combustibles venezolanos mediante “traders”, quienes aumentaban los costos al comprador y reducían los ingresos del vendedor. Hoy, esta política sigue siendo acertada y puede fortalecerse incrementando la capacidad de negociación de los cuadros medios.