Eduardo Piñate R.
El pasado jueves 02 de noviembre, la Asamblea Nacional Constituyente convocó a las elecciones de alcaldes o alcaldesas para el mes de diciembre de este año. Con esta decisión, no solo ponemos al día el cronograma de elecciones correspondiente a este año, sino que es un paso más hacia la paz y la estabilidad institucional de la República, gravemente afectadas por el desarrollo del plan insurreccional de la oposición y el imperialismo los años 2016 y 2017.
A estas elecciones vamos a concurrir las fuerzas revolucionarias chavistas con una alta moral, derivada de las tres importantes victorias que hemos obtenido este año: la victoria contra la violencia terrorista y fascista desarrollada por la MUD entre abril y julio, la contundente victoria electoral, ética y política del 30 de julio para la ANC y la importante e inapelable victoria de la elección de gobernadores el pasado 15 de julio. Vamos a ellas con una maquinaria –la maquinaria 4×4– que ya dio muestras de su eficacia en los dos últimos procesos electorales.
Pero también vamos a concurrir en medio de la intensificación de las formas más perversas de la guerra económica contra nuestro pueblo; como los altos precios especulativos, la inflación inducida y el acaparamiento para generar desabastecimiento; unidos al cerco financiero contra nuestro país, el ataque permanente a nuestra moneda y la caída de los precios del petróleo. Amén de la injerencia permanente de gobiernos extranjeros, las sanciones y amenazas –incluso de agresión militar– del imperialismo.
En estas condiciones, no debemos confiarnos por las divisiones, la desmoralización y la situación lamentable del oposicionismo interno y su liderazgo; tenemos que sostener y estrechar nuestra unidad como pueblo combatiente por la libertad y alrededor del camarada presidente Nicolás Maduro, al tiempo que nuestras organizaciones sociales y políticas –junto al Gobierno Revolucionario– mantenemos la presencia cotidiana y la vinculación estrecha con las bases de nuestro pueblo.