Ernesto J. Navarro
Tropas militares de Colombia y Perú desembarcaron en una base militar provisional, ubicada en la ciudad brasileña de Tabatinga (estado de Amazonas), donde se encuentra la frontera común entre esas tres naciones, para el inicio de los ejercicios militares bautizados como AmazonLog 17, informa la Agencia Brasil.
En los últimos días, soldados estadounidenses habían arribado a la ciudad para las maniobras y se esperaba la llegada del resto de la tropa en las próximas horas.
Esos ejercicios militares servirían a EE.UU. para intentar cerrar el cerco de las bases militares que ha instalado alrededor de Venezuela, país que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del planeta, dice el más reciente informe publicado por el Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, con sede en México.
Ubicación
El informe, titulado ‘Venezuela ¿invadida o cercada?’, asegura que sumando las riquezas naturales estratégicas y la posición geográfica, este país latinoamericano comporta para EE.UU. «una condición privilegiada de invulnerabilidad y defensa de su hegemonía».
La gran cantidad de recursos que tiene Venezuela –petróleo, oro, coltán, uranio, thorium y gas– lo convierten en la ‘joya de la corona’ para los intereses de las grandes empresas estadounidenses, explicó a RT la economista mexicana Ana Esther Ceceña, coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica (OLAG), un organismo dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Puesta en escena
Para la coordinadora del OLAG existen varios elementos que permiten afirmar que en Venezuela se ha generado un escenario de guerra.
«Es evidente la ofensiva de acoso a Venezuela», señala Ceceña. Este acoso tiene manifestaciones financieras, «pero también se expresa en el desabastecimiento de productos básicos, que es uno de los elementos más fuertes de las guerras de hoy en día».
Por esa razón, detalla, es que EE.UU. y sus aliados internos trabajan muy duro para que desaparezcan productos necesarios para el desarrollo de la vida cotidiana de los venezolanos.
A juicio de Ceceña, la diferencia estriba en que el Gobierno chavista «ha hecho una buen lectura de los últimos acontecimientos de guerra en el mundo».
Por otro lado, «la paciencia» que asumieron «el pueblo y el Gobierno» para enfrentar las protestas violentas (guarimbas) marcaron una diferencia sustancial.
«De haberse producido una respuesta armada a las guarimbas, habría iniciado la guerra en Venezuela. Eso no fue posible porque hubo una buena percepción política de parte del Gobierno, pero también del pueblo, que juntos lograron imponer la idea de la paz».
Refiriéndose a lo ocurrido en Irak, Libia o Siria, la economista mexicana observa dos aristas vitales para el desarrollo de los acontecimientos en la nación latinoamericana.
«En primer lugar, la respuesta muy eficaz del Gobierno ha logrado detener a EE.UU.» y, como un segundo elemento, la especialista apunta a la «escasa consistencia de la oposición interna».
Invasión tercerizada
El informe del OLAG subraya que el ejercicio militar AmazonLog 17 intenta cerrar el círculo militar estadounidense sobre Caracas.
El documento advierte que la participación de Colombia, Perú y Brasil en los planes militares supone «disimular» la injerencia estadounidense por medios de una «intervención tercerizada desde las fronteras».
En este sentido, Ceceña explica que Colombia y Perú aceptan esa participación por su condición de «aliados históricos de EE.UU.».
Y en el caso de Brasil, detalla la economista, se trata de un gobierno «puesto por fuerzas externas», y la única manera que tiene para sostenerse «es aliándose con esa potencia del norte».
Recuperar el patio
Luego de la aparición de gobiernos de corte progresista (Chávez, Lula, Kirchner, Ortega, Morales, Correa), EE.UU. ha vuelto a tratar de controlar los hilos de la región.
Para lograr su cometido, la experta mexicana indica que Washington combina varios mecanismos:
- Golpes de Estado blandos;
- Intentos de secesión;
- Operativos mediáticos de criminalización y manipulación de narrativas;
- Procesos desestabilizadores;
- Bloqueos (sigue el de Cuba y se implantó el de Venezuela);
- Acuerdos de seguridad;
- Paramilitarización;
- Mercenarismo.
Venezuela estaría casi cercada militarmente, asevera Ceceña, teniendo en cuenta que EE.UU. cuenta con bases e instalaciones militares en:
- Guantánamo (Cuba);
- Aruba y Curaçao;
- Puerto Rico;
- Honduras (base Soto Cano);
- El Salvador (base Comalapa);
- Colombia (un total de siete bases militares);
- Perú;
- «Fuerzas de paz» en Brasil;
- Control del Canal de Panamá.
La finalidad de todas esas jugadas políticas y militares es derrocar al presidente Nicolás Maduro, avisa la coordinadora del OLAG. «Derrocar a Maduro es el medio para llegar al objetivo final: apoderarse de todos los valiosísimos recursos naturales que tiene Venezuela».
Se trata de una una condición para que EE.UU. pueda entrar al territorio. En opinión de la economista, «mientras el Gobierno se logre sostener, mientras el pueblo venezolano siga oponiéndose a caer en una guerra civil, EE.UU no podrá pasar».
Las opciones de Venezuela
Por ahora, el Gobierno ha sabido defenderse de las amenazas, sanciones y agresiones de EE.UU. y sus aliados regionales; «ha sabido moverse en el plano internacional», dice la experta, realizando alianzas con países que le permiten un equilibrio de fuerzas.
«La posición de Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sus alianzas con países asiáticos, africanos y europeos, y los acuerdos militares contribuyen a que el cerco no se cierre», considera la académica.
Para el OLAG existe un asunto vital dentro del escenario en el que se mueve Venezuela: «Mantener sus relaciones con las otras potencias del mundo como China, Rusia e Irán. Esas naciones pueden hacer que intervenir a Venezuela sea muy riesgoso para EE.UU.», recuerda Ana Esther Ceceña.
Cuatro F Nº 148 (PDF)