Por Verónica Díaz Hung
Entrevistado por el periodista Ryan Chilcote durante la ponencia “Petróleo y Geopolítica: causas y consecuencias”, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso la creación de una nueva fórmula que garantice precios justos, equilibrados y constantes.
Durante la VI Cumbre Mundial de Energía, que se efectuó en Rusia entre el 3 y el 7 de octubre, el mandatario venezolano expuso ante una audiencia en la que se dieron cita los máximos representantes del mercado petrolero mundial, que una nueva geopolítica energética es posible, bajo una gobernanza que le de un mayor peso a los países productores.
Explicó que el mercado ha sufrido una gran perturbación, producto de varios factores, pero el principal factor, sin lugar a dudas, ha sido el incremento de la capacidad de producción de los Estados Unidos a partir de los métodos de fracturación, que llevó a que el mercado fuera inundado por petróleo fuera de la producción de los tradicionales actores.
También han influido los llamados mercados a futuro, basados en manipulaciones financieras. Por eso ha sido crucial que los países OPEP y no OPEP, incluido Rusia, hayan podido llegar a un punto de acuerdo, ratificado recientemente, que ha permitido una recuperación aún moderada, pero necesaria para la reposición de las inversiones. El acuerdo de Viena de 2016 abre las puertas para que se establezca un nuevo modelo de fijación de los precios petroleros.
– ¿Le gustaría que se establecieran mayores recortes petroleros o que los actuales se extendieran?
– Es un suceso histórico el mecanismo de acuerdo y monitoreo logrado en el seno de los 24 países OPEP y no OPEP. Hay que consolidarlo. Este es solo un primer paso, que ocurrió en la contingencia generada por la caída más prolongada de los precios petroleros en los últimos cien años. Gobiernos como Rusia, Arabia Saudita, Argelia, Irán y Venezuela, estamos en coordinación casi diaria para lograr una nueva gobernabilidad del mercado petrolero, que rompa con todos los mecanismos de especulación a futuro. Nosotros proponemos crear una nueva fórmula, en la que participen todos los países productores y en la que podamos explorar la regionalización de los precios del petróleo. Proponemos además incorporar la comercialización a través de una canasta de monedas. Ya en Venezuela se ha empezado a aplicar, a partir de las sanciones del gobierno de Trump, ante la agresión económica y la persecución financiera. Estamos abriendo un nuevo camino que permita vender el petróleo con la moneda china yuan, el rublo ruso, el euro y el dólar. Con precios de 20 y 30 dólares se generan crisis cíclicas que pueden ser superadas si buscamos nuevas fórmulas.
– ¿Teme usted que los Estados Unidos le impongan restricciones a las importaciones del petróleo venezolano?
– No podemos pensar en un mundo de equilibrio y de paz que esté sometido a mecanismos de agresión económica. Hay una legislación internacional que condena este tipo de conductas. Cuba es el ejemplo de lo que ha sido la agresión más prolongada y brutal de persecución económica, comercial y financiera, que se haya hecho contra cualquier país del mundo, sin justificación. Cuba al pasar de los años ha logrado un apoyo unánime del sistema de Naciones Unidas desde donde se exige que se levante el bloqueo. Se pretende contra Venezuela algo parecido. Hemos sido sometidos durante los últimos tres años a una persecución financiera, aunada a la caída de los precios del petróleo, y en el mismo período hemos tenido que cumplir compromisos de pago de deuda superiores a 60 mil millones de dólares y a pesar de las restricciones Venezuela ha cumplido de manera puntual. Y ha sucedido algo extraño, porque cada vez que nuestro país paga, el riesgo país se dispara. Extraña forma de comportamiento de las calificadoras de riesgo. Igualmente Venezuela ha sido sometida a una persecución financiera, porque un país solvente, con la gran riqueza petrolera, gasífera, mineral y con fama de buen pagador, debería poder refinanciar cualquier instrumento o recibir nuevo financiamiento. Pero la banca occidental se ha negado a refinanciar o prestarnos un solo dólar. Las sanciones de Trump han reconocido públicamente, lo que ya han venido haciendo desde las sombras. Pero estamos preparados. A Venezuela no la va a detener nadie, porque estas sanciones nos han conducido al nuevo mundo que está surgiendo. Quizás las muy lamentables sanciones de Trump terminen revirtiéndose contra los propios inversionistas estadounidenses que son víctimas de unas sanciones ilegales que no han sido bien pensadas.
– Me gustaría preguntarle de nuevo, si le preocupa que los Estados Unidos le impongan limitaciones a las importaciones de petróleo venezolano.
– El petróleo tiene mercado y si se llegara a tomar una decisión impulsiva y errática de perseguir el petróleo venezolano y no permitir que se venda en los Estados Unidos, el principal perjudicado sería el consumidor norteamericano y las empresas estadounidenses que son socias nuestras desde hace 50 años. Yo espero que no se tome esa decisión. En Estados Unidos hay varias organizaciones que están en conversaciones con distintas instancias del poder para tratar de evitar que se tome esta medida de carácter errática e impulsiva. En todo caso Venezuela tiene su plan A, B, C y sus planes alternativos. Varias empresas de las más importantes del mundo están interesadas en comprar nuestro petróleo y sus derivados. Tenemos poderosas asociaciones.
– PDVSA tiene una deuda que vence próximamente, ¿la estatal entrará en default?
La mayor cantidad de tenedores de los compromisos pendientes que tiene Venezuela para este año, son estadounidenses. Evaluamos la afectación grave de las medidas de Trump contra los tenedores de ese país. Y como siempre estamos preparados para cumplir nuestros compromisos. Es la administración de EE.UU la que está impidiendo relaciones naturales entre el gobierno venezolano, los tenedores de la deuda y los agentes financieros estadounidenses. Venezuela siempre ha tenido capacidad de pagar esa deuda y seguirá siendo capaz. Hemos cumplido y seguiremos cumpliendo.
– ¿Qué le diría al presidente Trump y al pueblo estadounidense?
– Al pueblo norteamericano siempre le decimos la verdad: Venezuela lo único que exige es respeto. El tiempo del intervencionismo estadounidense en los pueblos de América Latina y el Caribe tiene que quedar atrás. En 1826 el Libertador Simón Bolívar dijo, casi como una profecía, los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la providencia a plagar la América de miseria en nombre de la libertad. Y el siglo IXX y XX en nombre de la libertad invadieron Haití, República Dominicana, Nicaragua, Panamá, Granada. En nombre de la libertad impusieron a Pinochet en Chile, a Videla en Argentina. Hubo décadas de dictaduras abiertas y democracias represivas. Venezuela desde 1999 tomó su propio camino de independencia política, de construcción de su propio modelo económico y de identidad cultural y social. Nosotros llamamos a nuestro camino: Revolución Bolivariana, que lideró y fundó nuestro Comandante Hugo Chávez hasta su partida, el 5 de marzo de 2013. Y que yo llevo las riendas desde ese momento hasta nuestros días. Venezuela es el objeto más deseado de los círculos de poder en Washington, por nuestras riquezas petroleras, tenemos la mayor reserva certificada de petróleo del planeta. Tenemos una reserva de gas creciente, que hoy nos ubica como la 8va del mundo. Tenemos la mayor reserva de oro. Una de las mayores reservas de diamantes, reserva de agua dulce, etc. Y además una posición privilegiada desde el punto de vista geopolítico. Desde 1908 a 1998 nuestras riquezas pertenecieron a las transnacionales petroleras estadounidenses. Venezuela fue una neocolonia petrolera estadounidense hasta que llegó Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. Por esa la segunda gran razón es política, porque Venezuela ha levantado una bandera de dignidad, de independencia y de un nuevo modelo, lo que condujo a un despertar de los pueblos y al surgimiento de nuevos gobiernos progresistas en nuestro continente. Por eso quieren aplastar el ejemplo. Yo lo he dicho, el presidente Donald Trump no sabe ni dónde queda Venezuela. No sabía dónde quedaba Puerto Rico, a quien fue a insultar en medio de una tragedia. Trump cree que Simón Bolívar es un cantante de rock, porque repite lo que le dice el Pentágono. Y esta voz que yo tengo no la van a callar nunca. Venezuela tiene un destino y nosotros vamos a conquistarlo.
– ¿Qué opina de la amenaza de Trump de invadir a Venezuela?
– Que el presidente de la potencia militar más grande del mundo amenace a cualquier país del mundo siempre tiene que ser algo serio. Venezuela es un país modesto, que tiene una historia gloriosa en el campo militar de la época de los libertadores y tenemos el orgullo de esa historia. Le aseguro que una amenaza de estas características responde a algo. Estaba Trump jugando golf en New Jersey y amenazó a Venezuela, que no tiene armas de destrucción masiva, ni armas nucleares, estratégicas, ni bases militares fuera de sus fronteras. Es un exabrupto, una desproporción que Trump amenace militarmente a Venezuela, por lo que ha recibido la condena de prácticamente todos los gobiernos de América Latina y el Caribe, y de los más importantes gobiernos del mundo. Yo espero que en Estados Unidos se imponga la sensatez y la ponderación y que nuestro país siga viviendo en paz. Claro que tenemos problemas, pero solo nosotros podemos resolverlos, no será una amenaza, una invasión, una persecución financiera, la que decida nuestro destino.
– ¿Pedirá usted al presidente Putin ayuda militar y más armamento?
– No tenemos que pedirle ayuda a Rusia, porque ya la tenemos. Desde hace 15 años hemos establecido una relación de respeto y de admiración mutua. Yo fui testigo, como canciller, de la amistad del presidente Putin y el presidente Chávez, y esa amistad ha continuado. Considero a Putin como el líder del mundo emergente, y del mundo que queremos vivir, porque lleva la bandera del decoro, de la dignidad y la paz. El Comandante Fidel Castro decía que de las crisis surgen los líderes, y yo creo que de esta gran crisis en los últimos años ha surgido la nueva Rusia, la poderosa China, India, Irán y Turquia. En América Latina ha surgido la idea de un bloque potencia, a pesar de las diferencias que hoy tenemos. Nuestra relación con Rusia nos permite explorar caminos de ganar-ganar en todos los campos. En el campo militar muy temprano recibimos un bloqueo norteamericano. Todo el armamento militar venezolano provenía de los Estados Unidos. Ese bloqueo nunca fue declarado, fue aplicado. Empezaron a faltarnos repuestos y se pararon nuestros helicópteros, tanques y desde ese momento el Comandante Chávez comenzó a abrirnos las puertas con la industria militar rusa. Yo puedo decir que los equipos militares de tierra, aire y mar de Rusia son excelentes. Hoy nuestra Fuerza Armada tiene una capacidad militar de defensa muy sólida, incluso tres veces más de la que teníamos hace 15 años. Y uno de los aspectos de las conversaciones bilaterales fue el fortalecimiento de la cooperación técnico militar con Rusia que ha sido muy beneficiosa para nuestro país.
– ¿Está usted pidiendo más asistencia militar?
– Aunque es suficiente nuestra cooperación es creciente, porque son acuerdos que se están constantemente revisando. Pero estoy seguro que sin pedirla nos van a dar más apoyo para la capacidad de defensa de la soberanía y la paz de Venezuela.
– En estos años los venezolanos han perdido peso por falta de comida ¿Qué va a hacer para resolver este problema?
– A pesar de la crisis por la caída de los precios petroleros, de la persecución y bloqueo financiero y de la guerra económica interna de factores del empresariado que buscan el derrocamiento con un modelo similar al aplicado a Salvador Allende, a pesar de ello, Venezuela obtuvo indicadores estables en el índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Venezuela es el país con el mayor índice de igualdad en todo el continente e invierte más del 70% de sus ingresos en desarrollo social: educación pública gratuita y de calidad, con una escolaridad por encima del 90%, siendo la quinta tasa de escolaridad universitaria del mundo. Invertimos en salud, cultura, vivienda, recreación, deporte…
– ¿Esta usted diciendo que no hay una crisis con la comida en Venezuela?
– Hay respuestas y soluciones a los problemas de abastecimiento en nuestro país. Desde 2004 hasta 2014 de manera sostenida el país importaba productos, entre ellos alimentarios, por el orden de 3.500 millones de dólares a 4000 millones de dólares por mes. En el año 2016 hubo meses, como febrero y marzo, en los que la importación bajó a cero. Tuvimos que buscar un punto de equilibrio en medio de una catastrófica caída, en un país que no estaba y todavía no está en capacidad de satisfacer su consumo interno. Es un país con un gran mercado interno, producto de una política de empleo que nos ha permitido tener el desempleo en 6%, casi un pleno empleo, en medio de un ajuste permanente de los ingresos salariales. Hemos pensionado a más del 90% de la población en edad de recibir este beneficio. Es un modelo inclusivo, con una alta capacidad de consumo, pero que no tiene un aparato productivo que lo respalde, porque el modelo se sustentó en los petrodólares. Hemos tenido que hacer un conjunto de esfuerzos extraordinarios para equilibrarnos y vamos en ese camino. Pero son nuestros problemas y los debemos resolver nosotros. No se justifica que el ex-jefe del Comando Sur, John Kelly, quien hoy es el jefe del Despacho Oval de la Casa Blanca, diga que por los problemas de Venezuela deba ser intervenida. Estoy seguro que otros países tienen problemas más graves, que deben resolver con su propia fórmula. Venezuela es objeto de una campaña mediática mundial sin paragón con el objetivo, en todas sus etapas, de aislarnos, de desfigurar la realidad, para justificar cualquier cosa que se haga contra Venezuela, un golpe de Estado, que maten al presidente, que intervengan. Yo solo los invito a los que quieran conocer la verdad a que nos visiten. Van a conocer a un pueblo noble, que con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente ha recuperado su paz y que en los años que están por venir superará todas estas circunstancias para llevar a nuestro país a un estadio de desarrollo superior.
– ¿Puede darnos garantías de que habrán elecciones presidenciales en el 2018 y de que habrá respeto a los derechos humanos?
– Durante los meses de abril, mayo, junio y julio sufrimos una arremetida violenta de sectores políticos de la ultraderecha que ningún país del mundo aceptaría. Con paciencia fuimos llevando una situación muy compleja que precisamente coincidió con la llegada del gobierno de Donald Trump y de los extremistas de derecha a la Casa Blanca. Se crearon focos de violencia en algunos lugares del país que fueron multiplicados por las cámaras de los periodistas de las grandes cadenas mediáticas internacionales. Desde abril hasta julio en Venezuela estuvieron más de 300 periodistas internacionales. La paz llegó con la Asamblea Nacional Constituyente que convocó para el 15 de octubre a la elección de gobernadores y gobernadoras de todas las regiones del país. Todos los partidos políticos se inscribieron. La derecha que estaba en las calles está participando. Esta es la elección número 22, en 18 años de Revolución, lo que constituye un récord mundial. Nuestras fuerzas políticas han ganado 19 elecciones y esta elección será la victoria 20 que vamos a obtener. Hay una mesa diálogo instalada que está cerca de lograr un primer acuerdo con la oposición. El próximo año hay dos elecciones pendientes, la 23 y la 24 .¡Qué dictadura extraña que hace elecciones! La 23 será de alcaldes y la 24 será la presidencial, como corresponde por nuestra Constitución. En los meses y años que están por venir Venezuela le dará una lección al mundo de dignidad, democracia y libertad. Nuestro destino es la paz, la soberanía, la felicidad y la construcción de nuestro propio modelo.