Cuando la locura se asienta y se normaliza, y el ejército israelí caza palestinos que caminan desarmados hacia la frontera impuestas por el abuso y la fuerza. Y los colonos usurpadores buscan los mejores puestos para presenciar la masacre, como si fuera un partido de fútbol, y aplauden frenéticos cuando cae un palestino en medio del campo; asesinado, y vuelto a asesinar por los grandes medios que titulan que murió y que murieron decenas con él, así nomás, como si les hubiera dado por morir de muerte natural, en el mismo sitio, a la misma hora. Y todo bien…
Cuando la locura se asienta y se normaliza y en los Estados Unidos el Congreso ratifica a una torturadora despiadada como jefa de la CIA, y no es que sus predecesores no lo fueran, pero al menos no lo decían. Aunque se les notara, no lo decían. Como no decían los presidentes de ese país que los inmigrantes latinoamericanos son animales, como lo dijo Trump hace pocos días, con su cara anaranjada tan lavada, y no hubo conmoción sino silencio, que en buena parte es de miedo y en otra de complacencia. Y todo bien…
Cuando la locura se asienta y se normaliza y en España el delito es llamar ladrones a los ladrones y terrorismo es ser vasco, o catalán y pelear con un busca pleitos que resultó ser un guardia civil. Y otro guardia cilvil, también en sus ratos de ocio, junto a cuatro amigos, violan a una muchacha, que según unos jueces machos, no peleó mucho y peor, uno de ellos, conteniendo una erección enferma, sentenció que la muchacha hasta parecía estar gozando y aquello no fue violación. Y se levantaron unas voces, y dos etiquetas en Twitter pero en Inglaterra, se casan Harry y Megan, y la atención se desvía al vestido de la plebeya que pescó a su príncipe azul que viste un uniforme de nazi… Y todo bien…
Cuando la locura se asienta y se normaliza y en México matan a 88 candidatos a las próximas elecciones y 80 más renuncian aterrorizados, y en Colombia, desde que se firmó la paz, el asesinato de líderes sociales en un goteo sistemático y sangriento que ya lleva más de trescientos muertos… ¿Paz? Y Santos y Temer están hasta las orejas en Obedrecht, y Panama Papers Macri, enterrando a Argentina en el pozo séptico del FMI… y todo bien…
Y desde esa locura normalizada, señalan a Venezuela y dicen: “¡Todo mal!”… Y todo bien…