Por Ignacio Barreto
Esta, su primera obra narrativa, se ubica en un contexto europeo y latinoamericano, entre 1980 y 1989.
Mientras que, con la caída del Muro de Berlín, decaen las esperanzas para la izquierda europea, en Venezuela se anclan renovadas expectativas con la rebelión social del Caracazo.
A propósito de la ópera Moisés y Aarón, de Schoenberg, la novela construye, a modo de texto como entramado paralelo, un analogismo entre la figura del líder y el protagonismo de las masas, haciendo referencia al proceso revolucionario del país.